martes, 9 de abril de 2013

Cabecillas de Corderillo con Sopas de Pan

Cosa mas buena no hay, pero claro todo depende de con quien estés hablando, si me preguntan a mi, diré que soy de buena boca y con una educación exquisita y muy refinada, me como todo lo que ponen en la mesa, excepto "jarapotes",  no hay nada que se me resista. 

En este caso  me puse un poco "pesau" y organice una cuchipanda de órdago, me llevé al huerto a un grupo de gente con también buena boca, ilustres conocedores de la gastronomía Corellana y buenos embajadores de las costumbres del pueblo. En cuanto se lo comenté se quedaron como unas "juangueringas".

Debo decir que a lo largo de estas semanas la gente me ha ido pidiendo que hablara sobre las Cabecillas de Corderillo con Sopas de Pan, nos ha "jibau", es un plato que recuerdo desde pequeñito, en mi casa se han hecho con regularidad, al principio miras de reojo al bicho pensando que va a decir algo, pero luego te vas haciendo con el ambiente, le coges cariño, pierdes el miedo y te lo comes todo empezando por el ojo.

El Ovis en el horno
En un capitulo del Blog os hablaba de la diferencia entre corderillo, cabra montesa, carnero y chotacabras, en este caso optamos por sacrificar al corderillo del genero Ovis, Ovis Aries, del latín Cordarius, para esta cuchipanda utilizamos las cabezas de un ternasco, "quizir", un corderillo de 3-4 meses ya destetado, osea, no lechal. Lo  entendeis "jomíos".

Como todos los viernes gastronómicos, quedamos en el bar de mi amigo "El Perejil", ya llevabamos un tiempo con cara de ovejo modorro, así que al mirarnos quedamos de acuerdo en hacer este plato. Desde ese momento mandamos a un ojeador por los corrales de Corella para que determinara la pieza a escoger, "jobar" con el borrego, no fue fácil la tarea, los productos en mi pueblo son buenísimos y costo tomar la decisión, probamos al "Un, Dos, Tres, Perico, Manzana y Nuez" pero al final lo acabamos haciendo al "Un Dos Tres, Pajarito Ingles".


Una mirada triste
¿Como hacemos las Cabecillas de Corderillo con Sopas de Pan en Corella?. -  "Jolín" ¡Una buena pregunta!.


Una vez elegido al animal, en este caso fue de la ganaderia "del yerno del Perejil", tieso de presencia, cabeza de porte medio y unos buenos cuartos traseros, me refiero al yerno, no al ovejo, intentamos convencer al óvido de la necesidad de convertirse en un manjar, todo se hace con buenas palabras y modales, no hay nada traumático, no le damos con la "laya" en la cabeza, para el acto ejecutorio traemos a un amigo nuestro Anestesista de San Sebastián, viene con el maletín y ganas de comer, procura la máxima profesionalidad y delicadeza en el acto, ese dia hace "juina" en el trabajo.

Después del óbito del  susodicho, dejamos que se "joree" un poco, con la "macheta", "estral" ó "estralilla" hacemos la división de cabeza/tronco, hay gente que ha visto muchas películas grunge y le encanta usar la motosierra, no es lo adecuado, recomendamos fineza,  después con el mismo instrumento de tortura partimos longitudinalmente la cabecilla e intentamos dejar exactamente igual una parte a la otra, y digo esto, porque siempre en la cena hay gente que le parece mayor la del vecino, y eso no puede pasar, hay que ser equitativo. Con las cosas de comer, cuidadorrrrrr.


Ya le hemos dado la vuelta
La limpieza es fundamental, así que le metemos un buen lavado a la pieza intentando no destrozar la anatomía craneal del óvido, como herbívoros que son, pueden quedar algunos restos alimenticios principalmente de "lechacinos" por la lengua y entre los dientes, así que con cepillo de dientes y seda dental de marca, realizamos una limpieza exhaustiva de la pieza anatómica.

El pan tiene que ser del día anterior y hay que tener avisada a la panadería de siempre, le dices lo que vas a hacer y entonces te lo prepara con mas amor de lo habitual, "quizir", ni caso.

Se corta el pan con gracia y salero como si hiciéramos las migas de toda la vida, no hay que quedarse corto, bien de pan, unas 30 barras, cantidad como para una boda. Buscamos un recipiente adecuado, tipo "gamella", hay que pensar que todos somos de buena boca, en este caso el horno del Perejil es amplio y caben perfectamente dos bandejas enormes. Se untan las bandejas bien de Aceite de Corella, no sirve cualquiera, colocamos el pan cubriendo ambas bandejas e incorporamos sal al gusto y Ajos de Corella troceados y distribuidos homogéneamente, cada dos migas de pan un trozo de ajo. Esto ultimo es de lo mas importante.


Que pinta mas buena tienen
Las Cabecillas las cogemos con sumo cuidado, les echamos un poco de sal y aceite, ya sabéis de cual, del mio y las colocamos con el ojo mirandonos fijamente, cubrimos de agua todo el pan, antiguamente era de la "Fuente El Piojo", ahora con esto de sanidad y lo fino que somos utilizamos la del grifo.

El horno lo tenemos a una temperatura de 180º, ya caliente y manteniendo esa temperatura, metemos las dos bandejas con sumo cuidado, activamos la selección Turbo Pirolitico Grill Colection Propulsor Tiburito y nos escanciamos unas cervezas bien tiradas, a cada momento miramos de reojo la evolución del asado, emitimos gruñidos de aprobación o desacuerdo y cuando vemos que los maseteros del óvido y su mirada han cambiado de color, dulcemente y con los dedos le damos la vuelta a las cabecillas.


Mejor Imposible
Hay gente que desde el principio del asado colocan las cabecillas con el ojo "pabajo", nosotros creemos que no viene mal una horneada previa de un lado y luego meterle el resto por el lado de los sesillos. Bueno, pues una vez dada la vuelta, nos echamos otras cervezas y dejamos que poco a poco se vayan tostando las sopas de pan y que la lengua y el cerebro del animal cojan la tonalidad que a todos nos gusta. Solo en Corella se consigue dejarlo en el punto exacto, no sabemos si es la altitud del horno o el abrirlo y cerrarlo 625 veces para ver como va. Creo que todos estuvimos de acuerdo en el color del asado, así que dimos orden de sacar las bandejas y empezar a comerlas.
                 
El evento tuvo lugar un viernes de este mes de Abril, la noche era fresca y hacia falta el "jersé", mientras nuestro amigo "Miguel el Perejil" tenia a las cabecillas en el horno, nosotros disfrutábamos de unas cañas bien tiradas  y una buena charla, de vez en cuando yo salía disparado hacia la cocina para disfrutar de la evolución del asado, una maravilla.

Miguel "el Zurri" se relamía al pensar en la comilona que nos íbamos a dar, tuvo que dar un trago a la cerveza para suavizar el gaznate, Fabiola "su Churri" no dejaba de mirarlo, sabia que iba a haber una lucha fratricida para dar cuenta del animal, unas preguntas rondaban por el aire - ¿quien comería mas?, ¿a quien le tendríamos que romper las muelas?. ¿Se casará Falete?. ¿ Se le caerá la nariz a Belén Esteban?. Vaya cuadrilla de "lambineros".


Las que yo me comí
"Pedro el Colorau" como a quien no le va la cosa, se hacia el despistado, todos sabíamos que es de buena boca y mejor pegada, un rival difícil a batir. Angelines "la Sieta" dejaba caer que apenas comía su marido, mentira cochina, todos conocemos su voraz apetito, no digamos el de ella, deportista nata, quemadora de calorías y con gran necesidad de comer todo lo que pilla. Susana "Mi chica" "a láu mio" me defendía en todo momento, la fama es una cosa que a veces se lleva mal, explicar a la gente que no como tanto es harto difícil y se hace necesario la participacion de una tercera persona.

Encarna "la Señora Perejil" atendía los clientes que iban entrando, sabía que tenia por delante una dura tarea,  hacerse la despistada y engañar a quien le preguntara por los olores, los de Corella huelen todo, así que no había nadie que no dijera - ¡Ya se lo que vais a cenar!, ¡ Aun le queda un poco a la cabeza!, ¡ Habrás echado bien de pan!. Que os voy a contar que no podáis imaginar, una lucha para que nadie del pueblo se acercara al horno, se nos hubieran comido todo a "lambetazos",  fue imposible disimular, pero queridos amigos, con las cosas de comer no se juega.


Ración para uno normal
Eramos pocos y parió la abuela, hizo acto de presencia el "Hijo del Zurri", morlaco de 100 kilos, alto como la "ligarza", de pequeño tuvieron dificultad para saciar el hambre que gastaba la criatura, "ni atau a la estaca" dejaba de comer, creo que en ese momento se nos cayeron las prendas intimas al suelo, se hizo el silencio, uno resopló, a otro se le cayo la baba, tragamos saliva todos y como somos educados alguien tuvo que decirle si quería quedarse a cenar, no hizo falta ni ponerle la silla, lo vimos tirarse al masetero de la cabecilla mas rápido que un águila perdicera.

Apenas hablamos en la cena, nos llenamos a "lamparones", solo se oía, en Corella se oye, no se escucha,  el chupar y relamer, las lenguas de los comensales buscaban ávidas cualquier trocito de carne escondido entre los huesos del borrego. A  la media cabeza emplatada le acompañaba una buena ración de sopas de pan, como 1 kilo y medio, mas o menos,  parte crujiente y parte mas blandita, fuimos repitiendo y repitiendo hasta que solo quedó el "furrún" de la bandeja.


Estilo Txomin sin sopas de pan
Acompañamos el asado, con unas estupendas Cebolletas del Villar albardadas,  había que agilizar la digestión y para refrescar el "gaznate" un buen  "Clarete" de la tierra, a los delicados se le sacó Tinto Crianza y para las chicas un Blanco Rueda Verdejo. Buen "lamparillazo". Amén

Queridos amigos, como veis la gastronomía tiene sus alicientes, el disfrutar de un buen plato elaborado con cariño y compartiendolo en buena compañía es de lo mas gratificante.

Por eso hay que repetirlo con la maxima prestancia que se pueda.

Os agradezco vuestro seguimiento y os deseo primero salud y despues apetito para disfrutar.

Muchas Gracias