sábado, 11 de diciembre de 2021

El Capitán Baratuerta

"Jomios", que noche la de aquel frío mes de Octubre, no podía ser mas negra zaína, ni ha "dehabela", "quizir", no se veía "nihostias", además un cansino "calabobos" era acompañado de una constante "rasca" del demonio, esta azotaba con fuerza las callejuelas del pueblo, nuestro cariñoso y ventarrón cierzo se hacía sentir y de que manera, desde luego tampoco eran horas para "andurrear" por las calles.


La Batalla de Alcoraz
"Aguarte", el sereno hacía su ronda con verdadero interés, tenía algo pendiente desde hacía algún tiempo, además el ambiente andaba revuelto, las ultimas incursiones por parte de una partida de haraganes malhechores, hizo que la población se pusiera a buen recaudo y no se prodigara después de la puesta del sol. "Vua", era el turno del mayor "vinagres" de la tropa de alguaciles, su característica  renquera, "quizir", cojera y su descomunal lanza le identificaba, "paiceser" que algo o a alguien buscaba por el entorno de la taberna del "Barriga".

"Sandiez", mientras tanto, una figura corpulenta, trataba de ocultarse de las pocas teas y candelas que apenas iluminaban el pueblo, debía ser cuidadoso, no se podía andar con tonterías, conocía la astucia de "Guzmán el del Chuzo" y las ganas que tenia de sorprenderlo, años atrás en la toma de una fortificada plaza, cuando en un "sinquerer" subiendo la escala de asalto de una muralla, este le pisó la "taba juanetera", el rencor y la "malasangre" hacia Iñigo, se convirtió en un "sinvivir", a causa de esa maldita coz, se le había quedado una ligera cojera sarasa, digamos algo amanerada, "quizir", que le sacaron cantares al pobre.

"Quia", había que llegar a casa de cualquier forma y "escopeteao", dos eran los motivos, el pasar desapercibido a Guzmán y su espeluznante chuzo y el evitar ser visto por su progenitor, nuestro buen amigo sabía, que si era sorprendido por alguno de los dos, la "samanta" de "estacazos" iban a ser de aúpa. Oculto en su "manta el macho" corría en dirección a la plaza, tratando de alcanzar su casa.


Ciudad Medieval
"Nosamolau", el caballero Baratuerta, de quijada prominente, buena "dientadura", potentes cuartos traseros y ampulosa cintura escapular, se encontraba apoyado en el "clizal" de la puerta, sujetaba con firmeza la "Garrota Revientajuanetes" de la familia, hacía tiempo que no le daba "tralla" y "paice ser", que era el momento de "calentar la badana", después de acabar con el stock de Maese Villarejo- llevaba rotas 34 estacas de "Gorgorito"-, optó por utilizar esa noche, la Maza clásica del pueblo de Corella.
Tiempo atrás, a su vástago, le había prohibido jugar al "quincillo", con nuestro amigo "El del Lóden", no podía "nide" "soportalo", era un "acabacasas", el ver a su retoño volver a casa todos los días "escaldao", era despiadado, este juraba y perjuraba no volver a caer en la tentación. Pero el ardid, las artimañas y el grado de convicción que empleaba "El de la Cimitarra", podían mas que las reprimendas, sermones y garrotazos del señor Baratuerta, a los cuales estaba acostumbrado, y gracias a ellos curtió un duro pellejo, que habría de salvarlo en innumerables contiendas.

"Jolín", conclusión, le resultaba imposible evitar jugar la "timba" con sus camaradas. En el ultimo encuentro en "El Cuarto el Crimen", con público enfervorizado presente y con una fabulosa "guitarra" de mano, lo había dejado al pobre Alférez Baratuerta, sin el Arzón y la Capizana de su fabuloso caballo de guerra, regalos estos de su amigo Rodrigo Díaz.


Caballeros Medievales
"En un memento", por la mañana temprano, Iñigo cabalgó con su brioso corcel hacia la fortificación de defensa, que se encontraba a las afueras del Castillo, mientras ayudaba a "El Corellano Jotabrava", a organizar la guarnición del "Monte de los Cristianos", ambos vieron en lontananza, como se acercaba a "trompicones" una figura contrahecha, deforme, "quizir", fea de cojones, esta trotaba peligrosamente por la vereda de la "Cueva de la Mintirina", los humildes labriegos huían despavoridos lanzando los azadones y saltando los "ribazos", creían que se les venía encima una abominación, esa figura desproporcionada e irregular, montaba cerrilmente un burdégano libidinoso cocero, -no podía ser otro-, a ambos se les cayeron los "escarpines" y los "pololos" del susto, era de nuevo nuestro amigo "El del Lóden y su Cimitarra".


Caballero Navarro Medievval
"Cayó piedra", conocían el fundamento de su presencia, este no podía con el ansia de tahúr, el fullero y ludópata de "los Sebago" hacía de nuevo acto de presencia, otra vez tendrían que organizar otra "mano" y con ello remover los "entestinos" de sus familias. 
-Su lema, "Reñir con quien da ocasión y jugar con quien tiene dinero en el bolsón".
-Su misión, "Espellotar".
Al lado, "El Tío Quintín el Alabardero" hacía ademanes con su alabarda, mostraba su descontento ante la llegada del de "Los Sebago", todo lo contrario que las huestes, que mostraban sin disimulo su algarada y trapatiesta, en especial "Mambrú Mascapanes", este sabía que tendría una nueva oportunidad, en la cual podría recuperar el "esportizo", "cincha" y "cabezada", jaeceras estas malogradas en la ultima partida, después de una genial "bamba" por parte del de "la Cimitarra", desde hacía unos días andaba dando tumbos, sin atreverse aparecer por casa, sabía que la señora Mambrú y su fuerte quijada, le esperaba ansiosa junto a una hermosa "estaca".


Sancho Garces IV El de Peñalen
"Equilicuá", corría el gracioso año de 1081, por Corella las cosas estaban tranquilas, "La Fermina" estaba llegando a un acuerdo con "El Vigilia", para la cesión y alquiler de un centro comercial en la Calle Mayor, "Juan Cruz El Cachena con su Palio" andaba atareado con los encargos de las Iglesias y alguna Mezquita de extramuros, los "correveidiles" eran el pan de cada día y había que ganarse la hogaza, gracias a su "velosole", era capaz de atender a toda encomienda. Moros y cristianos convivían de aquella guisa e intentaban joderse mutuamente como buenos vecinos y camaradas.
"El Prudencio" seguía ocupando todas las esquinas del pueblo y era fijo allí donde había algarada, siempre el primero en llegar, se suponía que algún ingenioso artilugio propulsor motriz, escondía debajo de su veloz carromato.
"El Homínido Cagarruciense", fiel escudero del "Corellano Jotabrava", intentaba aleccionar a nuestras Cohortes Corellanas en el manejo de las "Garrotas Revientajuanetes", habitual de las tabernas y rondador de mozas en los tugurios, había conseguido con los años ascender en la jerarquía social, todo ello gracias a su coraje, arrojo, ímpetu, denuedo, fiereza y habilidad en el manejo de las armas,  "casiná".


Reinos de España año 1090
"Atense los machos", nuestro Iñigo de Baratuerta, de ilustre linaje Corellano, "quizir", de familia bien venida a mas, era un joven arrogante y gallardo, corpulento y poseedor de una llamativa y característica barba, afable y bonachón con los amigos, "avinagrao" y "malahostia" con los enemigos, bien entrenado desde niño en el arte de las armas, poseedor de grandes virtudes y pocos defectos, luchador incansable, había rescatado a gran numero de caballeros de las taifas moras, solo tenía una raspa clavada en el "garganchón", el pisotón mulero a "Guzmán el del Chuzo", y su única tara, las noches de partida en "El Cuarto el Crimen" con los amigos, eso era sagrado. Lugarteniente del "Corellano Jotabrava y su Perigallo", era clave en la defensa del Castillo y su presencia en las batallas era inexcusable.
"El Tío Quintín el Alabardero", era el encargado de organizar la guardia del Castillo de Corella, sus murallas eran extensas y eran tiempos de saqueos y reyertas entre los pueblos vecinos, su carácter, seriedad y cariño a su pueblo era su enseña, a lo largo de los años, este había conseguido modificar la Alabarda y convertirla en una de las mas temibles armas de ataque. Amén.


Juramento de Sancho Ramirez
"Mepaiceamí" que "El del Lóden con su Cimitarra" era un prototipo aparte, "quizir", raro de cojones, peculiar, simpático y cautivador, malhecho, garroso, con ligera chepa pero con charme para las mozas. Nadie sabía como era capaz de manejar tan acertadamente su Cimitarra y la Garrota, siendo que su característica principal era trastabillar, "quizir", tropezar con cualquier objeto a su alcance. Involuntariamente, "quizir", de "chiripa", había modificado nuestra "Garrota Revientajuanetes", dijo un día, "vuaponele" cuatro cardinchas secas, así que la transformó en una Maza llena de pinchos, era la sensación del momento en las batallas, no dejaba "almendrón" sano, "namás izir" que las Cohortes iban asistir al combate con dicha "cachiporra", cundía el pánico, se suspendían los eventos.
Tal fue el éxito de nuestra Maza, que no hubo mas remedio que organizar un workshop, "quizir", un cursillo, se utilizó un "descampao" en "Guarre", y acudió todo aquel que quisiera conseguir el carnet de Macero, acudieron al evento cientos de personas de todas las aldeas, e incluso bajaron unos feroces montañeses, atraídos por el rápido "estozole" que esta arma ocasionaba, con estos ultimos hicimos gran amistad, eran hombres del norte Navarra dirigidos por Fortún de Lizana.


Genealogía de la Época 
"Tevuacontar", desde hacía cinco años, los reinos de Navarra y Aragón se habían unificado, estabamos siendo gobernados por el mismo rey, Sancho Ramirez. Cuando nuestro rey Sancho Garces "El de Peñalen", fue despeñado en el barranco del mismo nombre en las cercanías de Funes, este solo dejó dos hijos pequeños, los Navarros conocedores del crimen fratricida, repudiaron a su hermano Ramón como posible heredero del reino y eligieron a Sancho Ramirez de Aragón como rey de Navarra.
"Asabelo", la península Ibérica se encontraba dividida en los Reinos de Taifas, "quizir", cuando desaparecio el Califato de Córdoba, surgieron facciones y pequeños estados, que se gobernaban de manera autónoma sin un poder central. 
Corella, pueblo independiente, poseedor de un inexpugnable Castillo y con sus famosas y aguerridas Cohortes como salvaguarda, estaba cercano al Reino de Taifa de Zaragoza, regido por la facción Hudie, acababa de morir su rey Al Muqtadir, dejando como legado un amplio y vasto reino, como exponente principal el precioso Palacio de la Aljafería, a este le sucedió su hijo Al Mutamin, gran mecenas de la cultura y el arte, haciendose heredero de las tierras mas occidentales, mientras la parte del reino mas oriental, "quizir", Lerida, se lo dejo a su otro hijo, Mundir.


El Cid Campeador
"Agarraisus", no muy lejos andaba "refitoleando" Alfonso VI, Rey de Castilla y León, su guerrero de confianza y comisionado era Rodrigo Díaz de Vivar, quien mejor que el para el cobro de las Parias, "quizir", era como el cobrador del frac, las Parias eran unos impuestos que pagaban los Reinos de Taifas a los reyes cristianos, con ello evitaban que les atacasen y además buscaban la protección ante los posibles enfrentamientos entre los reinos de taifas o de los ataques de otros reinos cristianos.
Gran amigo de Rodrigo era nuestro Alferez Iñigo de Baratuerta, hacía poco que habían regresado de cobrar dicho impuesto del rey moro de Sevilla, por el camino hubo un malentendido entre Alfonso VI y el Cid, y este ultimo decidió ahuecar el ala y pasar unos cuanto meses disfrutando del ambiente de Corella, tanto le gusto la ribera, que meses mas tarde hizo llamar a sus vasallos y "mesnada", y se estableció como guerrero bajo las ordenes del Rey de Zaragoza, Al Mutamin.
"Vua", no dejaba de admirar la Cimitarra que poseía nuestro amigo "El del Loden", así que hizo llamar al "Maestro Benitín" para que elaborara otra magnifica espada para las próximas encomiendas, semanas después le entregaba a Rodrigo su famosa Tizona, salida de la magnifica fragua de Corella.


Rey de Zaragoza - Al Mutamín
"Aguarte penco", Dos campañas militares emprendería por encargo del Rey de Zaragoza, la primera contra el hermano de Al Mutamin, Mundir, rey de Lerida, la segunda, la conquista de Morella, también bajo la tutela del rey Mundir, en ambas siempre acompañado del primogénito de los Baratuerta, del Ilustre linaje de los Corella. Nuestro Iñigo llevaba años guerreando por la península, su nombre y sus armas eran bien conocidas, tanto por moros como por cristianos, echaba de menos a su amigo "El de los Sebago", el gusanillo de unas buenas "timbas" no se lo quitaba de encima, siempre que podía se escapaba a Corella en el "Arga", para compartir con nuestros Ilustres Corellanos, las famosas partidas de cartas en el "Cuarto el Crimen".
De porte majestuoso, insuperable con la espada y acompañado siempre por la "Garrota Revientajuanetes", era el autentico terror para las tropas morunas, nombrado Capitán por el Rey Sancho Ramirez, Rey de Navarra y Aragón, pasaba largas temporadas en Corella después de las campañas, el deseado regreso al pueblo, el recibimiento de las gentes, las partidas de cartas, las rondas por la Calle Mayor, que mas se le podía pedir, que gozada.


Palacio de la Aljafería - Al Muqtadir
"Anda la hostia", El rey Sancho Ramirez atento a la guerra entre los hermanos moros, mas listo que los ratoncillos coloraos, aprovecha la ocasión y avanza con sus tropas lentamente de norte a sur, arrebatandoles parte de las tierras Zaragozanas, tenía el ojo "echao" a "Wasqa", y para ello concertó unos tratados de ayuda mutua y de no agresión, "quizir", un "nomemiresnometoques" con el Cid y Alfonso VI. Pero el ansia le podía, estaba harto de hacer pespuntes y coger dobladillos al jubón de la reina, le gustaban las conquistas y las batallas, y sobretodo disfrutar con las Cohortes Corellanas.
Huesca por aquella época era una ciudad islámica de unos siete mil habitantes, prospera y vinculada al Reino Taifa de Zaragoza, estaba rodeada por una imponente muralla y era un importante bastíon que frenaba el avance de las tropas cristianas, "quizir", las nuestras.


Guerreros Medievales
"Yatilidicho", corría el gracioso año de 1094, Corella estaba expandiendose y se empezaban a construir casas solariegas de insignes guerreros, los cuales habían sido recompensados por su audacia y coraje en las batallas, y también por las parias, sobraban los dineros de plata, vellón y cuaterna, y de algunas conquistas se habían traído dinares de oro, plata y felús de bronce. Estaban haciendo el agosto El Vigilia, El Torerillo, El Mellado y Los Fortunas, ¡que años aquellos!, se construyo un nuevo puente de madera a la entrada del pueblo, por fin el Ayuntamiento le dio permiso a "La Fermina", para su Fashion Mall en la Calle Mayor, por aquel entonces "El Pachín" sacó los pinchos de Tortilla de Champiñón y de Oreja de Lechón, ya casi estaban acabadas las andas para "La Muerte Calaña", "El Tío Matucaña" era el encargado de la gestión de los residuos sólidos, "El Tío Juanela" daba buena cuenta del mobiliario urbano, y el "Tío Benitín" además de la elaboración de los forjados para los castillos y casas de linaje, era el encargado de la fabricación de espadas, mazas y alabardas para las Cohortes Corellanas.


Rey de Navarra
"Amos", Los ejercitos de Navarra y Aragón prosiguen su avance hacia el Reino Taifa de Zaragoza, gobernado por Al Mustain II, el Rey Sancho Ramirez hace un llamamiento al pueblo de Corella, es la hora de la verdad y se precisan guerreros de confianza, con valentía, arrojo y coraje. "El Corellano Jotabrava con su Perigallo", ordena que se concentren en la "era" del "Tío Catoles" todas las "Cohortes Corellanas", "El Hominido Cagarruciense" es el encargado de reunir a nuestra legiones, ni una señal de protesta, al contrario, solo hay bizarría y aplomo, "Guzmán el del Chuzo", es el encargado de buscar a "El del Lóden" por las tabernas del pueblo, a este le respeta, desde el ultimo puyazo en el anca, no se anda con bromas.

"Loquetienequenó", el primero en llegar "El Prudencio", ya estaba "colocao" debajo de la "trilladora", mira que se le había dicho veces, que no se pueden llevar regalices ni gominolas a la guerra. "El Tío Juanela" ya tenía preparadas las sillas desde hacía horas, hace su aparición La Comparsa de Gigantes y Cabezudos encabezados por Maese Villarejo con Gorgorito, La Banda Municipal junto a La Rondalla, a una señal del "Maestro Marcilla" inician los primeros compases de nuestro himno de guerra, "Juuuuuntos como hermaaaaanos, mieeeeeembros de tieeeeerrraaaaa, vaaaaaaamos caaminaaaaaado al encueeeeeeeennnnntro deeeeel terroooooooooooor".


Castillo de Montearagón
"Jesús que peco", El camino fue largo para nuestras Cohortes, lleno de aventuras que las dejo para otro día, pero entre jota y jota llegan a las cercanías de "Wasqa", el avance es imparable, los moros se empiezan a "escagarruciar", conocen la leyenda y fama de nuestras Cohortes. Aconsejamos a nuestro Rey de asentarnos en un paraje cercano a Huesca y construir unas defensas, no se puede llegar y conquistar, es bueno pasar unas semanas viendo el ambiente que se respira y reconocer el entorno con detenimiento, en unos cuantos meses ya tenemos hecho el Castillo de Montearagón. 
El Cid llama al Capitán Baratuerta para que le acompañe a conquistar Valencia, este dice que solo con "La Muerte Calaña" y "El del Lóden con su Cimitarra" es suficiente para atemorizar a las tropas morunas, el prefiere permanecer junto a su Rey, para aconsejarle en relación al tipo de jubón y tocado a usar en la batalla.


Muerte de Sancho Ramirez
"Aloquiba", pronto regresan victoriosas las tropas del levante hispano, estaba hecha la conquista de Valencia, El Capitan Baratuerta decide el avance de las tropas hacia otro nuevo puesto fortificado mas adelantado, llamado El Pueyo Santo o de Sancho, el objeto era preparar el asalto final a los muros de Wasqa.
"Queseó", el 4 de Junio de 1094, el Rey Sancho Ramirez acompañado por el Capitan Baratuerta y El Corellano Jotabrava, dan una vuelta por los alrededores de Wasqa, mientras inspeccionan las murallas, intentando buscar el lugar mas débil para el asalto, una maldita saeta de un atinado arquero, alcanza a nuestro Rey en el costado, hiriéndolo de muerte, 50 años tenía, ¡que escozor cojones!, una vez trasladado al puesto fortificado y en su lecho de muerte, hace prometer solemnemente a sus hijos Pedro y Alfonso que conquistarán la ciudad. Los restos del Rey son trasladados al Castillo de Montearagón, donde reciben cristiana sepultura. Posteriormente se trasladarían al Monasterio de San Juan de la Peña.


Pedro I de Aragón y Navarra
"Comosusdije", Le sucede en el trono su hijo mayor Pedro, nacido del matrimonio de Sancho Ramirez con Isabel de Urgel, el joven monarca continuó con la campaña emprendida por su progenitor para ampliar sus reinos, el asedio proseguía, se lo había prometido a su padre en presencia del Capitán Baratuerta y además era el pueblo mas importante entre las riberas del Ebro y los Pirineos. Prácticamente todos los valles estaban en poder de los cristianos, solo quedaba el bastión de Huesca, gobernado por Abd er Rahman.
"Reite, reite", muchos eran los meses de tirarse "tormos", "escupitajos" y cascotes con los "perigallos", estaban mas que hartos, en concreto seis meses de asedio, todo el día escuchando jotas de los riberos, no podían mas, el moro "escagarruciao", pide ayuda a los reyes musulmanes e incluso a príncipes y reyes cristianos rivales del Rey Navarro y Aragonés. El Rey Taifa de Zaragoza, ante la grave situación decide organizar un poderoso ejercito, Al Mustain II, llama a sus aliados el Conde García Ordoñez el de Nájera, el Conde García de Cabrera, y Gonzalo Núñez de Lara, ademas de otras huestes del Rey Alfonso VI de Castilla.


Preparando la Batalla
"Comonó", la que se estaba organizando, nosotros tranquilos, era cosa hecha, que mas nos da 30.356 moros mas, pero los rumores llegan a oídos del amigo Fortún de Lizana, acaba sabiendo que un poderoso ejercito partía de Zaragoza, para detener el asedio que Huesca estaba sufriendo por las tropas Navarro-Aragonesas, este ni corto ni largo, ni manco ni cojo, reune a sus Maceros y con sus rápidas Velosoles bajan desde la Gascuña Navarra hacia las llanuras de Huesca, son 300 hombres cubiertos por pieles, horriblemente peinados, llenos de "caparras" y "forruña", con olor a "chotina", pero armados por sus fabulosas Mazas Corellanas, erizadas con espeluznantes "cardinchas".
"Paqué", dicen que el ejercito moro llegaba desde el arrabal de Zaragoza hasta la villa de Zuera, "quizir", mas de 4 leguas, "quizir", unos 20 Km, según cuentan los historiadores y se quedan cortos, por cada guerrero cristiano había 5 moros "umás". El Conde Garcia de Cabrera, esta vez aliado de los morosle envia una misiva a nuestro Rey pretendiendo asustarle, "quia", "vabueno", este le responde que está con su amigo el Capitan Baratuerta y las "farrucas" Cohortes Corellanas.

"Tevuacontar", era miércoles, un 19 de Noviembre de 1096, mientras el ejercito moro avanza, nuestros capitanes reunidos ante un humeante y apetitoso Calderillo, resuelven dividir el ejercito Navarro-Aragones en tres alas, la vanguardia a las ordenes del Capitan Baratuerta, Gastón de Biel y el Infante Alfonso, hijo pequeño de Sancho Ramirez y de Felicia de Rouci, el futuro Rey Alfonso I el Batallador; el ala central, a las ordenes de Briocalla, con Garcia de Trujillo, Lope de Luna y Gómez de Luna, y la retaguardia comandada por el mismísimo Rey Pedro I, con los valientes Jimeno Aznarez de Oteiza, D. Ladrón y Sancho de la Peña, esta ultima la encargada de impedir que los sitiados salieran en ayuda de los ejércitos moros.


La Batalla 
"Puesná", mientras ven al enemigo acercarse, las huestes cristianas salen a esperarlos a un inmenso llano llamado de Alcoraz, El Capitan Iñigo Baratuerta montando su caballo de guerra, pertrechado con su arzón, capizana y pechera, vestía una magnifica cota de malla sobre túnica de lana, su yelmo es visible desde leguas, sus armas, una fabulosa espada fraguada en Corella y la maza, es el primero en avanzar junto con las Cohortes Corellanas, bien comandadas por el "Corellano Jotabrava con su Perigallo", junto a el dando ordenes precisas, "El Tío Quintín el Alabardero", saben que son la punta de ataque y los encargados de atemorizar y romper el grueso del ejercito moro. Conocedor de la difícil misión, que mejor que soltar a nuestro amigo "El del Lóden con su Cimitarra", lo hacen salir al galope desenfrenadamente y en desbandada, montado a lomos de su precioso borrico lascivo cocero, "esosí", llevando a la grupa a nuestra "Muerte Calaña".


La Batalla
"Nopueser", la visión de esta estampa "cómicotaurinafunebrecuestre", hace que las "garrillas" y las "criadillas" de los moros comiencen a temblar, conocen la torpeza y la inhabilidad de nuestro amigo y saben que con su asilvestrado manejo del florete o daga, este puede causar una verdadera "estroza", en un "memento" estos se abrenAprovechando la confusión del momento, "Guzmán el del Chuzo" junto al "Hominido Cagarruciense" cargan contra las tropas de élite morunas, famosas por sus resistentes armaduras y sus maravillosos leggings coloridos, "quia", no resisten la acometida de las fabulosas lanzas Corellanas, ni de las rodelas y mandobles, "quizir", escudos y espadas, estos de hierro forjado en las fraguas del "Maestro Benitín".


"Amosaver", cuenta la leyenda que cuando mas arreciaba el combate, apareció un apuesto guerrero, montado en un brioso corcel blanco, que arremetió contra los moros llevando la destrucción y el espanto, los Aragoneses decían que fue San Jorge, pero los de Corella hemos sabido desde siempre que era "El del Lóden con su Cimitarra" llevando a la grupa a nuestra querida "Muerte Calaña". Cada uno se queda con su historia.

"Loquetienequenó", El Infante D. Alfonso despliega la caballería cristiana, mientras tanto las Cohortes Corellanas y nuestro Capitán, atacan ferozmente a los escuadrones musulmanes, hacen su aparición los "Maceros de Gascuña" comandados por "Fortún de Lizana", amigo intimo de "El Lóden", visten pellote con piel de conejo y llevan sus fabulosas Mazas Corellanas, no paran de "escachar" cabezas, ¡que miedo!, siguen sin lavarse, ¡que peste!, con sus horrorosos peinados juegan al despiste, ¡que cardinchas!, cuanto sesillo suelto!, que "almendrucos", mira que llevar turbante los moros en vez de casco, "amos", a quien se le ocurre, "piolpaellos".


La Batalla
"Rediez", en el otro lado de la batalla, junto a las murallas de Wasqa, los sitiados intentan salir de la ciudad queriendo ayudar al ejercito moro, siendo siempre rechazados por las fuerzas de D. Pedro I.
El estruendo de bandurrias y jotas bravas por un lado, nada tenía que ver con el de los quejidos, lloriqueos y el caos del otro lado, una inmensa polvareda hacía difícil la visión de la dura batalla, un mar de turbantes contrasta con algunas armaduras cristianas, al caer el sol la furia inicial se va amansando, todo el día dura la batalla, los musulmanes extenuados no soportan mas jotas, viéndose vencidos y sin posibilidad de salvar Huesca, emprenden la retirada camino de Almudevar en dirección a Zaragoza.
Al Mustain con los restos de su ejercito huye, el Conde García Ordoñez, en mala hora aliado con los enemigos, es preso por el Capitán Baratuerta pero puesto en libertad mas tarde por D. Pedro I, el Rey de Huesca Ab del Rahman, biznieto del terrible Almanzor, no tiene mas remedio que despedirse de su harén y sus mezquitas, le espera el refugio en Saracusta.


Castillo de Marcuello
"Cojona", la entrada a la ciudad amurallada ocurrió tres días después, una magna procesión solemne, encabezada por "Juan Cruz El Cachena con su Palio", este precedía a las Cohortes Corellanas, comandadas por el Capitan Baratuerta y "El Corellano Jotabrava", que acompañan al Rey de Navarra y Aragón, D. Pedro I, "namás" entrar son saludados por Maese Villarejo con Gorgorito y Rosalinda, La Bruja Ciriaca y el Ogro Dientes Largos permanecen en un segundo plano, se trasladan hacia la mezquita para bendecirla y convertirla en la Iglesia de San Pedro. Después de la bendición, se celebra en la plaza una representación de la victoria, la que iba a ser la primera puesta en escena  de Gorgorito en Huesca.
El botín es inmenso, nuestras Cohortes lo obvian, "paqué", si ya tienen de todo, el Capitán Baratuerta hace una importante donación a la Iglesia de San Pedro de Huesca.


Alcoraz
"Jobar", después de pasar unas semanas en Huesca, enseñando el manejo de las formidables armas Corellanas, de aleccionarles en el bel canto de las jotas y el manejo de la bandurria, deciden que es hora de regresar a Corella , una mañana temprano, nuestras Cohortes triunfadoras en sus rápidas "velosoles", parten hacía su tierra ribera, sabedoras que nuevas aventuras les esperan por las tierras de España.
Nuestro Capitán Baratuerta despues de la famosa Batalla de Alcoraz, queda al mando de la ciudad de Huesca, hasta que el Rey D. Pedro I le regala un cercano y fabuloso castillo, para que desde el protegiese las tierras Navarro-Aragonesas.

"Pantendernos", el noble y antiguo linaje de los Corella, tomó su apellido de esta nuestra ciudad Navarra, fue una de las ramas descendientes del Gran Caballero Iñigo Baratuerta o Barbatuerta, que fue uno de los ricohombres mas poderosos de Navarra y Aragón,  famoso por mandar junto al Infante D. Alfonso y Gastón de Biel la vanguardia del ejercito Navarro Aragones, en la Batalla de Alcoraz.
En agradecimiento por los servicios prestados, el Rey Pedro I, le dio el Castillo de Marcuello a nuestro Ilustre Capitán Iñigo de Baratuerta, cuyos descendientes adoptaron, como nombre de familia, el topónimo de Castellazol, llegando a ser uno de los linajes mas ilustres en el Aragón del siglo XII y XIII.

"Miusté", El Capitán Baratuerta, Gran Caballero Corellano, guerrero medieval, famoso por su coraje y valentía en todas las batallas en las que participó, amigo y compañero de reyes, dio origen al linaje de los "Corella", apellido que se perpetua y que nos hace recordar a quien somos de este maravilloso pueblo, las gentes tan ilustres y valerosas que nos han precedido.

Desde aquí mi homenaje para estos personajes frecuentemente olvidados y tan poco recordados.

Gracias por vuestro seguimiento y comentarios.